Tal día como hoy...

jueves, 26 de abril de 2012

Tal día como hoy, el 26 de Abril de 1986, sobre la una de la madrugada, se produjo el accidente nuclear de Chernobyl. Fue clasificado como nivel 7 (“accidente nuclear grave”) en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (Escala INES) del OIEA, es decir, el accidente de peores consecuencias ambientales.

¿Cómo sucedió la catástrofe?

Aquel día, los ingenieros llevaban a cabo una prueba planeada con anterioridad (solicitada por las autoridades de Moscú) en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico. Por algún motivo, la potencia descendió demasiado, a un nivel muy peligroso. En pocos segundos la potencia del reactor 4 aumentó casi 100 veces su valor nominal. El refrigerante no fue capaz de extraer la enorme cantidad de calor generado y se vaporizó en una fracción de segundo produciendo una explosión de vapor a las 1:23:44 (hora local). El reactor quedó destruido.

En los siguientes 10 días, se liberaron a la atmósfera isótopos radioactivos, contaminando significativamente un área de 150.000 kilómetros cuadrados habitada por 6 millones de personas. También causó un incremento medible en el nivel de radiación ionizante en la mayor parte de Europa.

Según los estudios realizados después del accidente, hubo varios tipos de factores que desencadenaron el desastre: errores de diseño, fallas de administración y errores cometidos por el personal de operación.

Entre los errores de diseño nos encontramos con que el núcleo del reactor RBMK es inestable funcionando por debajo de la cuarta parte de su potencia nominal. En términos más simples, a baja potencia el reactor es difícil de controlar y cualquier tendencia hacia una reacción en cadena se amplifica rápidamente. Recordemos que la explosión en Chernobyl ocurrió durante una prueba a baja potencia, es decir en un momento en el cual el reactor estaba inestable. Los ingenieros nucleares rusos sabían de esta inestabilidad así como los expertos franceses y británicos. Las autoridades soviéticas habían sido advertidas muy bien antes del accidente de Chernobyl, pero las advertencias cayeron en oídos sordos.

Por otro lado, se identificaron seis errores humanos. Se violaron dos reglas permanentes de operación (referidos a procesos intrínsecos de la planta nuclear, como trabajo a baja potencia y barras de control). Otro de los errores consistió en no seguir el procedimiento de prueba y, quizá los más asombrosos, tres mecanismos de seguridad se anularon deliberadamente. Es evidente que los operadores no fueron entrenados adecuadamente y no comprendieron la naturaleza peligrosa de sus acciones.

El aspecto político, fue quizá el desencadenante real del desastre. En la Guerra Fría, el aspecto de la producción de plutonio impuso la urgencia en el diseño del RBMK, construcción y operación. No se debía desperdiciar ningún tiempo en mejoras, aunque estas fueran esenciales para un funcionamiento seguro. Los errores de diseño del reactor no surgieron de la incompetencia de los ingenieros. Eran más bien el resultado de la dictadura burocrática que se impuso en todas las decisiones del sistema soviético, incluso las que trataban con la seguridad.

Devastadores efectos:

Es bien conocido que este accidente tuvo y tiene grandes repercusiones en la salud de las personas y en el medio ambiente. En este artículo nos centraremos en las consecuencias sobre la población, ya que, harían faltan muchos artículos para entender la magnitud de esta catástrofe desde todos los aspectos.

Los efectos perjudiciales a la salud pública que siguió a la explosión del reactor de Chernobyl no eran inevitables. Las únicas consecuencias inevitables eran la destrucción completa del reactor, la muerte de dos miembros del personal de operación que estaba encima del reactor en el momento que explotó y la contaminación radiactiva de una vasta superficie de territorio. Desde 1986 la controversia ha rodeado las dimensiones de los efectos perjudiciales en la salud pública. La objetividad científica ha estado y todavía sigue notablemente ausente del debate, pero intentaremos exponerlo con la mayor claridad posible:

  • Treinta y una personas murieron de los efectos agudos de la explosión (dos mientros del grupo de operación y 28 de las 134 personas que fueron irradiadas agudamente).
  •  Hasta principios del año 2000, se había informado de aproximadamente 1800 casos de cáncer tiroideo entre personas que tenían menos de 18 años de edad en 1986.
  •  Ha habido un aumento en la tasa de suicidios y, en general, un aumento en la tasa de muerte violenta entre los bomberos, policías y otros obreros de rescate en el sitio y en la población evacuada que ha experimentado una reducción considerable en su calidad de vida.

Las causas inmediatas  que produjeron estos efectos se conocen bien: en ausencia de un plan de emergencias, las precauciones elementales no se pusieron en marcha alrededor de Chernobyl, o se pusieron con retraso:

  • la transmisión inmediata de las noticias incluso las instrucciones para quedarse dentro de casa con ventanas y puertas cerradas (después de 36 horas)
  • la prohibición en el consumo de leche fresca (después de 7 días)
  • la prohibición en el consumo de frutas frescas y verduras producidas localmente (después de 7 días)
  • la distribución inmediata de yodo estable (cápsulas de sodio o yoduro de potasio) con instrucciones para tragarlo inmediatamente
  • la provisión inmediata de ropa de protección y respiradores a los bomberos, personal de operación y obreros de la recuperación.

Como en el caso de la explosión del reactor, las causas más profundas de los efectos perjudiciales a la salud pública son políticas. Las precauciones elementales eran desconocidas por las autoridades locales. No existía el plan de emergencia para intervenir, a pesar de que los problemas por accidentes nucleares eran bien conocidos en la URSS desde los años cincuenta.

Así fue como algunos de los obreros de rescate, principalmente los bomberos en la central de potencia, fueron irradiados fatalmente porque trabajaron demasiado tiempo en áreas de alta contaminación sin equipo de protección adecuado. Así fue como la población cercana de Pripyat no fue informada ni evacuada hasta la tarde del 27 de abril, más de 36 horas después de la explosión. Así fue como no se distribuyeron tabletas de yoduro de potasio a los habitantes de la zona contaminada, o era demasiado tarde para ser eficaces (se podrían haber evitado los cáncer de tiroides). Así fue como pasaron siete días después de la explosión, hasta que se prohibió el consumo de productos agrícolas locales. Así fue como muchos de los obreros del rescate y los evacuados cayeron victimas de la tensión psicológica.

¿Habremos aprendido algo? ¿O la historia se puede volver a repetir?

0 comentarios:

 
Esto no es lo que buscabas! © 2008-2012